La manta plaid es el gran aliado en los fríos días de invierno y junto los cojines, el complemento ideal para la decoración de tu sofá o cama.
No me digáis que no es un auténtico gustazo acurrucarse en la cama con capas y capas de mantas mientras fuera hace mucho frio o arroparse en el sofá con una cálida manta mientras tomas tu café, lees un libro o simplemente ves tu película o serie favorita.
Ya os hemos hablado en alguna ocasión de cual es el origen de la palabra plaid. Según el Cambridge dictionary, la palabra plaid tiene dos acepciones: tela escocesa o cuadro escoces. Y el motivo es que con el termino plaid originariamente se refinería a la falda escocesa o kilt escoces.
Hoy en día, empleamos el termino plaid para designar las mantas que colocamos a los pies de la cama como decoración o en el sofá.
A la hora de elegirlo como decoración para los pies de la cama, nos encanta el efecto de poner un plaid manta en invierno, sobre una funda nórdica e incluso poner varias capas. Conseguirás un efecto más clásico si lo colocas perfectamente doblado y sin arrugas a los pies de la cama.
O un efecto más informal, colocando el plaid en diagonal, algo caído sobre el lateral de la cama.
Si el plaid o manta lo colocas en el sofá, tendrás que tener cuidado en que siga la misma tonalidad de tus cojines o salón, al final se trata de un elemento decorativo más. Eso sí, en este caso, de un elemento decorativo muy practico ya que siempre viene bien tenerlo a mano para cubrirnos en los días de invierno.
Definitivamente, para nosotros el plaid o manta decorativa es el complemento ideal para los largos y fríos días de invierno.
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